jueves, 12 de junio de 2008

Harry Potter and the Half Blood Prince

Una de mis mayores aficiones es Harry Potter y por ello dejo dos avances de la película que está preparando la Warner y que corresponde con la sexta entrega de la saga: Harry Potter and the Half Blood Prince.

http://www.youtube.com/watch?v=tNGacIWPhkg
http://www.youtube.com/watch?v=JGhjAo7lZAw

lunes, 9 de junio de 2008

Salamina, de Javier Negrete


O cuando la historia y sus personajes se hacen de carne y hueso, y eso es precisamente lo que consigue Javier Negrete (Madrid, 1964) con su novela histórica "Salamina", una recreación veraz y tremendamente creible de un periodo de la historia de Europa que, por su lejanía, a veces no es demasiado conocido, pero que de haber sido de otra manera, todo la historia de Europa, Asia y África hubiera sido distinta.

Negrete nos traslada a la Grecia Clásica, al siglo sexto y quinto antes de cristo y la Atenas anterior a Pericles, a Platón y a Sócrates. Estamos en el apogeo de las Guerras Médicas, en la que los distintos reinos y polis griegas se enfrentaron y/o se aliaron con los dos reyes persas más famosos del momento: Darío y Jerjes, padre e hijo repectivamente, en el momento en que el gran Imperio Persa decide conquistar la Grecia continental.

Temístocles, el gran estratega y demagogo ateniense es el protagonista de esta recreación. Y la llamo recreación porque para todos aquellos que conocen algo de historia antigua saben como terminó, con la victoria de los griegos sobre los persas, aunque no sin alguna que otra derrota, como la batalla de las Termópilas, donde los espartanos, con Leónidas y sus 300 se sacrificaron para que Esparta no fuera destruída por los persas y que, a la postre, le dió a la armada griega el tiempo suficiente para reagruparse y plantar cara a Jerjes en Salamina.

El contexto histórico se centra en la década que abarca desde el 490 al 480 a.C. Nos encontramos ante una serie de personajes históricos y otros que salen directamente de la imaginación de Negrete, cuyo gran acierto (en este y en todos los libros suyos que yo he leído) es hacer que estas personas, cuyas vidas están veladas por el mito, por la niebla de la historia y por la lejanía del recuerdo, cobren vida, se hagan de carne y hueso, sean creíbles y, lo más impresionante de todo, hace que toda esa guerra cobre vida delante de mis ojos en medio de mi pequeño salón; así, no es dificil ver a Temístocles, el héroe de la Batalla de Salamina (la mayor batalla naval de la historia hasta Lepanto) rumiando planes y estrategias, engaños y sobornos como si fuera el Ulises de Homero. O al gran Jerjes, Rey de Reyes, del cual nos han llegado pocos datos fiables de como era, aparte de las inscripciones hagiográficas (creo que se escribe así) de Persépolis donde, como es natural, sólo se resaltan los aspectos más favorables del rey, sus grandezas y logros, pero que nos lo escamotean como ser humano que una vez existió.

Salamina es ante todo y sobre todo, la historia de una batalla naval donde la Europa tal como ahora la conocemos, y Grecia como núcleo de nuestra historia, se jugó su destino y su futuro a una sola carta: caer bajo el yugo de la tiranía persa (y a pesar de la distancia histórica, no hago más que pensar que un tirano, un dictador y un imperio absolutista siempre será igual, independientemente de si se produce en el siglo V antes de Cristo o en pleno siglo XX), o ser ciudadanos libres, sometidos únicamente al imperio de la ley otorgada por ellos mismos (otra cosa sería meterme a discutir si el sistema de Atenas pre Pericles es justo o injusto, pero eso es otra historia).

Excepcional es la ambientación y las ciudades: Atenas con sus barrios, llamados demos, donde todos sus habitantes se perciben de manera muy real, o Babilonia, a donde nos trasladamos hacia la mitad del libro, y en donde solo cerrando los ojos y con las palabras de Negrete aún en los oídos aparece la imponente mole del Zigurat o de los Jardines Colgantes (donde transcurre una de las escenas más eróticas y a la vez cargadas de sentido político de toda la novela).

Y por supuesto, la recreación de las batallas: Maratón, las Termópilas y Salamina. Hay momentos en que uno parece estar oliendo la sangre, el sudor, el miedo de los protagonistas, o se convierte en el propio Temístocles, cercado por todo tipo de problemas y viendo como una y otra vez se le escapa la gloria y la fama a manos de otras personas menos capacitadas que él. Porque ese es el otro gran acierto de Negrete: conseguir que el lector se identifique o, mejor dicho, se ponga en la piel de todos y cada uno de los personajes: el ya citado Temístocles y su principal enemigo Jerjes, o con Artemisa, la reina de Halicarnaso, o con Mardonio, el principal general del imperio Persa.

Son, todos ellos y todos los que no he citado, personajes reales que existieron, pero que entre las páginas de Salamina dejan de ser listas de nombres históricos para convertirse en humanos, con las miserias y gradezas que eso implica.

Gracias Javier Negrete por hacerme disfrutar de dos días de lectura intensa donde mi mente ha volado y sobrevolado las montañas y estepas de Grecia y Mesopotamía, por llevarme a esa Grecia Clásica que amo y que muy pocas veces ha sido contada, recreada y construída de forma tan verar como en este libro.

viernes, 6 de junio de 2008

Tribulaciones gráficas

Pues eso, que decididamente el Photoshop no es para mí. Aquí pongo algunos trabajos que he hecho en clase, para demostrar que mi creatividad es nula (por no decir que son inténtos patéticos):



Evocaciónes

Estoy haciendo un curso de Photoshop y de diseño gráfico y esto ma he llevado a la conclusión de que cuando los dioses se dedicaron a repartir dones, a mi me dejaron con la imaginación visual a cero, una negada total para crear algo visual, y sin embargo me dejaron una fértil imaginación en forma de letras, que se dispara ante cualquier evocación, ante cualquier palabra escrita y también con alguna canción, como ha pasado hace un momento con The Wall de Pink Floyd.

Esta canción, tan impactante, me ha llevado a recordar el vídeo correspondiente y el grito de libertad que supone. Por esto, porque en estos momentos mi libertad creativa está disparada, siempre que hablemos de palabras, me apetece dejar la letra de esta maravilla musical:

Rainy night in the city
And you saw the lights
What a pity
It started in a movie queue
You got me drunk
You got me stoned
You had me talking and thinking
Like a clone
You fed me lies
And you knew why
But when the lights came on
You left me high and dry
Chorus:
Up against the wall
(You had me)
Up against the wall
Up against the wall
(Now I got you)
Up against the wall
You showed me how to boogie
You showed me how to swing
And when I asked the question
You showed me how to sting
You had me screwed
You had me creamed
You had me living in a pigeon hole of someone else's dream
You made me laugh
You made me cry
But when the lights came on
You left me high and dry
(chorus)

jueves, 5 de junio de 2008

El sentido de este blog

Ya sé que el sentido de la vida es 42, pero ¿y el sentido de este blog?

Lo cierto es que no lo tengo muy claro. Hay algunos habitantes de este universo paralelo que es la red que ya me conocen o me conocieron como Xanadú en una página dedicada la literatura de Ciencia Ficción, Misterio, Fantasía y Terror que se llamó Cyberdark, lo que deja bastante claro una parte de mis aficiones y también, por qué no revelarlo, de mi forma de ser.

Pero creo que yo soy más que la literatura, más que los libros (aunque la última visita a la Feria del Libro lo desmiente, sobre todo por la cantidad de ellos que han caído), y sobre todo soy, se me podría describir así, una comecocos, me paso el día pensando y dándole vueltas a la cabeza sobre muchas cosas .

Este es el propósito de este blog, dejar por escrito, cuando me acuerde o tenga tiempo, aquellas cosas que me ronden por el melón en ese momento, o bien dejar constancia de circunstancias o vivencias que me llamen la atención.

Lo de que este blog se llame Diario en Griego tiene un poco de historia: así se han llamado desde que tenía 14 años mis sucesivos cuadernos, aquellos pseudo diarios donde desde que era una preadolescente y hasta la fecha, he ido contándome a mi misma mis miedos y mis ilusiones. Este blog, en rigor, tendría que se el número ocho de aquellos cuadernos, pero como está claro que internet no tiene sistema de paginas, ni se acaban las hojas ni puedo arrancar un folio de la espiral, he decidido no ponerle número.

Así pues, bienvenidos a mi cabeza, a mis disquisiciones filosóficas (de ahí lo de griego) sobre mi mundo.
Espero que no os aburraís, ya que de cuando en cuando habrá algún que otro Eureka (y como es preceptivo, espero que alguien me de una toalla).

Besitos a todos los que por aquí se pasen.

PD: Mi cabeza es un poco liosa, así que espero me sepan disculpar el desorden y los posibles desastres informáticos que pueda haber en este espacio.